sábado, 18 de mayo de 2013

Un viernes nuestro

Me enteré este viernes a la mañana por las redes sociales de que teníamos, como dijo mi amiga Gladys, un viernes más nuestro. La primera reacción fue de una rara euforia de dientes apretados. La segunda, casi inmediata, fue de alivio. Respiré como si fuera la primera vez. Y es que no soy joven: tengo 52 y, hablando mal y pronto, hace 37 años que soporto la existencia de un Videla en mi patria. Hablando pronto, y no sé si mal, yo prácticamente no conocí el mundo como es ahora. No se me escapa que se trató de un plan sistemático, y entonces si no era este hijo de puta hubiera sido otro milico; no se me escapa que muchas de las cosas que pasaron hubieran pasado igual si no hubiera sido éste el jefe de los asesinos que ocuparon las calles de nuestro país. Pero llevo la mochila que llevo, y desde hoy a la mañana siento que mi país es un poquito más mío, que nuestro país es un poquito más nuestro y un poco menos de ellos.