La verdad, desde que cambié, con la ayuda de la Kolo, el diseño y sobre todo desde que entro y veo la foto y el cartel rutero: Fin zona urbanizada, yo mismo me pregunto: y ahora, ¿de qué se trata este blog? Como si ahora tuviera que responder a la pregunta: ¿qué hay ahí, si uno avanza y pasa del otro lado del cartel?
Una de las cosas que sugiere el fin de la zona urbana es que todo lo que damos por naturalizado en nuestra cultura urbana empieza a tambalear.
Una cuestión que siempre estuvo ahí, agazapada más allá de la zona urbanizada -pero claro, sólo preocupante desde adentro de la zona urbana, o sea desde acá- es si yo soy yo, si vos sos vos, etc.
La cultura occidental, por lo menos, nos ha metido y remetido la creencia en que existimos como individualidades. La invencible prueba del cogito cartesiano sigue ahí, apuntalando siempre la certeza de que el yo existe. Y para colmo, el lenguaje, con sus pronombres, no ayuda a pensar de otra manera, por lo cual este post no debería, y seguramente no va a poder, ser escrito.
Pero hay fenómenos alarmantes a veces, fascinantes otras y aterradores otras. Fenómenos que están ahí, como yendo hacia esos arbolitos oscuros que se ven más allá de la zona urbanizada:
a. Uno de ellos es cuando nos vamos dando cuenta de que en el otro está uno, y uno en el otro. Esto no es un simple desaparecer de uno en el otro y viceversa. Es, por ejemplo, haber estado viendo a alguien, durante años quizás, como siendo de tal manera y descubrir que ese perfil del otro no era sino la proyección de los fantasmas de "uno", o/y que uno ha sido visto por el otro como la proyección de los fantasmas del otro. Por esto digo que el lenguaje no ayuda: ¿qué uno?, ¿qué otro? ¿Y qué hago con la 1ª persona del singular que estoy usando? Nada puedo hacer; sigamos igual, a lo mejor, de la contradicción sale la luz. Esa situación de proyección no es tan simple; es doble, y ahí es donde uno/otro se enredan. Porque si yo vi al otro como una proyección de mí, me vi a mí en realidad, y actué con el otro como si fuera un cacho de yo; con lo cual, lo anulé como un otro. Pero si el otro hizo lo mismo, me anuló a mí, y bien merecido me lo tenía, claro. El asunto es que el ser yo queda ¿dónde? Porque en las relaciones de todo tipo eso pasa constantemente, y no hace falta estar psicóticos para que pase. Se va dando, nomás; y la expresión yo soy pierde peso.
b. cuando la conducta de eso que uno cree que es su yo se revela, de pronto, fugazmente, como la de un extraño, porque uno tiene otra idea de sí mismo.
-y al revés, c. cuando uno vislumbra que la idea que tiene de sí mismo no es más que eso: una idea, una construcción que uno hizo, un relato, y por lo tanto, que ese yo que yo soy sin relato sería ininteligible. No soy yo.
d. pero yo soy, se dirá. Existo, y de eso no hay dudas. ¿No las hay? Yo, que siempre me creí un existencialista puro y duro, hoy me pregunto: ¿no será la existencia, la que existe? ¿Con qué derecho adjudico a mi persona el existir? ¿Con qué derecho recorto la existencia en un cacho para cada uno?
e. peor todavía: cuando formamos parte de un colectivo, fugaz o no, de dos o de más de dos, en el cual el resultado jamás se habría alcanzado sin ese agrupamiento. Aquí podría preguntarse legítimamente: ¿no será el agrupamiento anterior conceptualmente a los supuestos yoes que se sumaron para que existiera, y por lo tanto no hay tal suma?
Freud definía lo siniestro como la puesta en el otro de lo más oculto de uno mismo, aquello de uno mismo que uno ha negado. Al hacer eso, el otro se vuelve un doble. Toda la literatura gótica ha jugado con esta idea, como central. El monstruo creado por Frankenstein es el doble de él mismo, al punto de que terminan los dos persiguiéndose mutuamente, sin alcanzarse, solos en el Polo Norte. Y Hyde es el doble del Dr. Jekyll, y ocupan el mismo cuerpo, etc.
Y cuando miramos a otro y lo condenamos por diferente, o sea, cuando practicamos cualquier forma de discriminación, todo lo que hacemos es tirar la basura afuera, o sea, usar al otro como depósito donde poner lejos, afuera, todo lo está dentro de uno y que uno no quiere ver. O sea que, como se sabe, cada vez que rechazamos lo diferente por diferente, nos negamos a nosotros mismos. Creemos estar afirmándonos en una identidad superior, y todo lo que hacemos es autorrechazarnos, cortarnos en dos ficticiamente.
Ahora bien, ¿realmente hay necesidad de que exista un yo atómico, separado, aislado de los demás y autosuficiente? O peor aun -porque es evidente que muchos deseamos, sobre todo los que nos parapetamos tras un blog, que esto sea posible-: ¿es posible? ¿O el yo es el resultado exterior, la apariencia, de un ser seres humanos que existen, y mi soledad, tan querida, no es sino un fantasma del mundo? ¿Alguien puede decir que sería lo que es si no hubiera conocido nunca a nadie desde que nació hasta el presente?
Claro, tampoco está buena la idea de una disolución de todos en todos. Y también parece impracticable, aunque suene atractiva o aterradoramente promiscua. Pero entonces, ¿dónde estamos? Yo no sé. Pero hoy sé que no estoy solo, aunque la noche avance desde la zona oscura borrando las diferencias y envolviéndome en una fácil y uterina sensación de acá, solito, estoy tranquilo.
Digo yo, no sé.
25 comentarios:
Aveces me gustaria tener una papelera de reciclaje como las compu para meter todas las mochilas que llevamos, pero tambien pienso que si dejamos todo que nos queda?, somos capaces de vivir con un "puro" yo?. no creo, primero porque seria muy aburrido y segundo no nos soportariamos jajaja.
PD: esta bueno cambiar pero aveces es mejor hacerlo sin tantas preguntas, dejemos que fluya en nostros ese espiritu aventurero el cual nos permite pasar de una zona a otra
Mamuchi: claro, no nos soportaríamos!
Me encanta tu posdata: el post se me hizo muy largo, y creo que va para cualquier lado, la verdad, y me quedé pensando en que quizás estaría bueno seguir mirando fijo esa foto y soltar el espíritu aventurero. La aventura, me parece, no está en la zona no urbanizada; está en realidad en el límite, y en lo que decís: pasar de una zona a la otra, ir y volver, y sobre todo pararse al pie del cartel y ver qué pasa con el juego que se da entre las dos zonas.
Saludos!
Me alegro que te guste. Yo tambien soy de analizar todo!!! pero aveces es mejor no hacerlo para que sea mas divertido tambien!!!!.
y perdona que me meta pero parece que andas con algun dilema personal, espero que lo resuelvas pronto si es asi.(pero ojala que me equivoque!!!)
Ay, qué fashion, tenés asesora de imagen y todo. Un divinor total.
Muy linda la nueva casa. Te felicito.
Poca vuelta le puedo dar desde el planteo filosófico. Sólo podría tirar algunas citas (seguramente erradas) y nombres.
Al leer tu post por primera vez abrí bien los ojos frente a los fenómenos amantes. Jajaja aparte por este lapsus, creo que es fácil caer en la proyección: soy lo que el otro muestra, mis fallas son las que me imputa el otro. Postura cómoda pero ingrata. Poco importa quién seas qué, el reflejo te dará una respuesta.
También me gustó eso de lo "siniestro". Me gusta la palabra "Unheimlich" porque quiere decir intranquilizador, además de sinistro. Y recordaba que por ahí F. lo decía que era también siniestro lo cotidiano que se volvía extraño. La situación habitable que, de pronto, se vuelve "desconocida". La habitación de siempre, aparece poblada de monstruos; desconocemos la esquina de nuestra casa (¿nuestra zona urbanizada?). Y cerrando, si lo siniestro nos intranquiliza, quiere decir que todavía tenemos oportunidades.
Ya me pierdo con la cosa más dura existencialista. La nada, nadea y la lluvia, llueve. ¡Y que vivan los verbos impersonales que sostengan esa idea!
Un saludo y el enorme deseo de buenos tiempos
me hiciste acordar a los beatles, pespués no...
escuchando Vox Dei - 04 PROFECÍAS- LA BIBLIA 1971
Mamuchi: No te equivocás, es así. Y a veces los dilemas son lo que más enseña. Gracias.
von Eisberg: Viniendo de ti, que eres otra experta, lo tomamos como un verdadero elogio. Tenkiu!!!
Y sí, ahora, con este diseño, siento el blog un poco más como una casa. En parte quizás por eso algunas de las cosas que aparecen en este post.
Miss Fiamma: No te hagás la que no te da porque no te creemos. Hablar de filosofía es hablar de lo que uno piensa, o de lo que "se" piensa, o pensamos, no importa tirar nombres o citas. Eso es boludeo académico. Y de hecho, después hablás de lo que pensás, que de eso se trataba.
No te entendí lo de "fenómenos amantes", salvo que sea una lectura del texto. Pero si hablamos de lapsus, my dear, I think it is yours. Yo escribí "fenómenos alarmantes". No te habrás comido una silabita?
Claro! Las fallas de uno provienen de la mirada del otro, y esa es una postura cómoda e ingrata. A pesar de lo oscuro de mi post, diste en la tecla. Es mucho más fácil, aunque esclavizante -y por eso más fácil, a la vez- "ser" lo que el otro me imputa ser, antes que asumir que el otro está, casi siempre, solo mirando desde sus temores y fantasmas. Y peor es cuando uno marca la falla en el otro, porque lo hace, en el fondo, sabiendo que tiene a favor esta tendencia de cada uno a creer que es lo que la mirada del otro -uno- ve.
Lo de lo siniestro: posta, me intranquiliza esa foto de presentación del blog. Y está bueno, coincido. Mejor que sea así, y no que lo siniestro quede cosificado, esencializado en lo supuestamente ajeno. De hecho, un cartel rutero es algo hiperconocido, cotidiano. Pero si anunca el fin de lo cotidiano, de lo conocido, anuncia lo siniestro.
Que anuncie buenos tiempos!
Iluso: en realidad, me pasó al revés. Escribí todo, y cuando iba a publicar vi que el título elegido previamente era una bosta. Tonces, opté por aquel tema de Harrison para Let it be. Pero si me decís que el texto no te hizo acordar más a los Beatles, permitíme otra cita: te acordás de "La morsa"? Ahí, por ejemplo, Lennon canta: "I am you, and you are me, and we are all together", etc. O sea que afané sin asco.
Vamos de lo más fácil a lo más complejo, te tiro una cantidad de cosas sin mucho orden.
“ tirar basura afuera” En la filosofía oriental hay una línea de pensamiento que sostiene que “ tat tuan asti “ ( tengo dudas sobre como se escribe) que quiere decir que no hay diferencia ni separación entre “lo que percibís y lo que sos” y que el camino al conocimiento de tu interior pasa por el simple( me rió)análisis de lo ves.
Porque parte del problema que planetas cuando hablas de yo y el otro es la cuestión del interior yo y el exterior otro).
Déjame darme una vuelta por el teatro que va a poner en escena la representaron de mi yo con más o menos las mismas preguntas que formulas. Es una vuelta larga pero creo que vale la pena.
El teatro japonés, especialmente en su versión de títeres, barre completamente la pregunta si algo es es real o no lo es y saca una tercera versión que podemos llamar “lo es y no lo es al mismo tiempo” y a la cual yo agregaría y a nadie le molesta.
El títere es visible y el titiritero también. Nadie va a pretender que el titiritero no esta haciendo su labor pero al mismo tiempo el hecho que lo haga no le va a quitar ni un gramo de emoción a lo que esta pasándole al títere. En la relación entre yo y el títere/titiritero hay en realidad un tercer factor? personaje? que a falta de una mejor palabra podemos llamar el deseo. Porque lo que se juega, mientras que yo estoy viendo (una de las escenas más famosas) a una pequeña muñequita escalar dolorosamente una montaña para ir a morir a la sima, es mi deseo de otorgarle al otro presencia en mi vida. Porque el placer que me puede dar esa imagen hace que yo quiera que exista y mi deseo de esa emoción es lo que le da vida a esa muñeca torpe que después de la representación guardo en un baúl.
Creo que en tú temática del Yo/otro falta el elemento que permite que cada uno de los factores existan. Yo o el otro o ambos solo existimos a causa o sobre la base del deseo. La dualidad que propones es en realidad una trilogía. Yo existo a causa de mi deseo de existir. Mi deseo o no de existir es lo que el otro no puede ni cambiar ni anular. Ese “yo que queda” del cual hablas, queda en mi deseo de existir. Y si hay un problema de semántica en la medida en que el yo y el otro me son propuestos como entidades definidas y no como deseos.
Podemos pensar en otros términos que el de yo soy yo separado del otro y yo soy yo en relación fusional con el otro? Creo que si. En el escenario de mi deseo, de la misma manera que el títere y el titiritero co-habitan sin anularse mutuamente, definiéndose como individualidades pero a su vez como una unidad que me procura emoción, yo y el otro podemos co-existir. Porque el mismo deseo que me otorga a mi mi existencia le otorga a el otro la suya. Esa raíz común es a la vez el punto de partida y el punto de encuentro. En ese sentido tenes razón cuando preguntas si “ese agrupamiento no es anterior” Y no, no me he vuelto cartesiana. A la diferencia del pensamiento ,que es definido, el deseo es simplemente la expresión de algo que puede ser. Y el yo es solamente la fugaz posibilidad de la existencia.
Y reitero:
Hay otra tercera opcion que es ver a el otro como "el que me permite ser yo".Si el yo no es una unidad sino un ensemble de posibilidades entonces el otro es "determinación" de mi yo. No porque me impone su vision sino porque permite que una de las tantas posibilidades de mi yo salga a la luz. Y si, en ese sentido el otro modela mi yo.
Mi yo particular se exprime en ciertas palabras, textos, cartas, llamalo lo que queres. La pregunta es ¿yo hubiera escrito eso a otra persona? Cuanto de lo que yo escribo tiene que ver con a quien me dirijo? Y en este caso cuanto de lo que escribo es parte del otro? "Mi deseo de ser" es mio, pero las manifestaciones de mi yo son totalmente mias?
Bastante complejo el tema, yo soy de rebuscarme con este tipo de planteos de si soy a travéz del otro o simplemente soy, creo que cada una de las hipótesis que planteas tienen algo de verdadero. cuando escribís :"haber estado viendo a alguien, durante años quizás, como siendo de tal manera y descubrir que ese perfil del otro no era sino la proyección de los fantasmas de "uno", o/y que uno ha sido visto por el otro como la proyección de los fantasmas del otro" esto a veces me parece que es así y otras veces creo que es la manera mas facil de culparse y/o culpar al otro de lo que es o no es.
Por ejemplo, si yo veo al otro un ser egoísta, que tan probable es que lo sea o que yo esté proyectado? es una linea muy delgada la que separa lo uno de lo otro.
PD: es lógico que la foto de la cabezera te inquiete y mas aun que te parezca Siniestra.
a veces me haces acordar a libertad de quino de mafalda..
una vez se plantó de frente a susanita que no paraba de hablar de la simpleza...y le dijo...
" aver...se simple"
la otra no supo que hacer...
lo pario la paja que me da comentar!!!!! juasssss
escuc1- Aquelarre - Candiles - Cruzando la Calle
Syla: puf, para qué me metí en este tema. Ahora a mí me da paja contestar, o más bien, no encuentro la forma simple de contestar. Y yo siempre apuesto a que cualquier cosa que uno piense tiene que poder decirse de manera simple o, si no, uno está pensando pelotudeces. El post que escribí es oscuro, es enredado, tiene razón el Iluso, pero era una cuestión de enredo propio. Vamos a ver qué podemos desenredar.
Primero: vos decís: ir de lo más simple a lo más complejo, y citás esa idea de la filosofía oriental; pero yo la veo al revés: si se trata de ir de lo que se percibe al conocimiento de lo interior, me parece que bien puede decirse que se va de lo más complejo a lo más simple. Porque no hay nada más complejo y enredado que lo que vemos y vivimos. Analizarlo es desagregarlo en elementos más simples para ir entendiéndolo –esto, en realidad, es una expresión de deseo, aunque suene a respuesta categórica-.
Segundo: lo del teatro japonés me encantó. Claro!!! La idea que ponés en esos términos, luminosos, es en realidad la misma que yo puse en términos oscuros. Y, para ir a algo más simple aun que el teatro japonés: todos fuimos chicos. Todos hemos jugado, y sabemos muy bien que cuando jugábamos a cualquier cosa era exactamente lo que vos decís: el juego es y no es real, y no sólo a nadie le molesta, sino que de eso se trata jugar (y actuar): de que sea y no sea. De poder pararse en el límite, y bailar en el límite. Soy un chico que juega, pero soy un personaje del juego; soy un actor, que vengo a ser un yo, y porque estoy actuando, soy un otro. Ya lo llevamos en la propia experiencia infantil. Es después, que nos olvidamos y ponemos un yo hermético frente otros yoes ajenísimos. Y qué hace que el chico juege, que actor actúe: el deseo. Coincido. Y, es más, se sabe que un chico que no juega es un chico que no crece, porque no aprende a lidiar con su deseo.
Pero me copa más la segunda entrada tuya, porque me hace darme cuenta de que la dialéctica hegeliana, justo a mí que rompo con eso todo el tiempo, se me escapó en el post. Digo, me pa que de pronto hay una forma sencilla de ver la dialéctica, que tiene que ver con el teatro y el juego y con las relaciones entre las personas.
No sé por donde empezar, así que digo solo esto, en respuesta a lo que me decís: de las infinitas posibilidades de ser que hay en el hecho de que yo soy, vos determinás, por el mero hecho de ser vos y no otra persona, una posibilidad o un conjunto limitado, de entre todas esas las posibilidades. Lo que se determina, además, es lo que se efectiviza, lo que termina realmente siendo. Hegel dice, por ahí, que un algo se determina por un otro y un otro por un algo. Parece un quilombo abstracto pero es muy simple –araca, Iluso-: imaginemos un universo que consta de tres cosas: una mesa, una silla y una ventana. Qué es la mesa? Sólo puedo definirla, determinarla, por lo que no es: no es silla ni es ventana. Donde termina la mesa empieza todo lo demás, así que su límite, lo que "no es", la determina en lo que "es". Todo el tiempo lo que es es por lo que no es. O sea que es y no es al mismo tiempo. Si ponemos "alguien", en lugar de "algo", ya está.
Pero si con el alguien/otro entramos en el territorio de lo humano, te puedo agregar: las manifestaciones de mi yo no son meras emanaciones, como si el yo fluyera al azar, llevado por el deseo de manera indeterminada. No: me manifiesto para vos, porque vos me motivás a hacerlo, y ahí me determinás. Me determinás porque yo me determino y viceversa. Y a la vez, es el deseo lo que te saca de la indeterminación del "alma bella", una manera que encontró Hegel de referirse al que sólo es para sí, y termina, dice él, oyendo el eco cada vez más indistinto y lejano de sí mismo. Acá vuelvo al post: el alma bella sería ese que se siente bien solito, y no se da cuenta de que es sólo un fantasma del mundo, que lo determina aunque no quiera.
Un beso determinado.
Kolo: Claro, eso era algo que, oscuramente, quise decir: en la medida en que no nos damos cuenta de cuánto le metemos al otro de nuestros propios mambos, más fácil es echarle después la culpa. Pero uno eligió no ver lo que veía, porque se quedaba con lo que veía, que le copaba más. Así que, si el otro no da lo que uno de golpe encuentra como lo que más necesita, uno en el fondo ya sabía, y todo el tiempo se estuvo haciendo el boludo. Pero el tema es: si el otro hizo lo mismo, ¿no se puede despejar la zona urbanizada? No se puede agarrar y tratar de ver lo que hay, y "sacarle", si se pudiera, todo lo que uno pone o puso de uno mismo? No totalmente, seguro. Pero el intento vale. Sobre todo, es de buena leche, mientras que no hacerse cargo nunca de la película que uno quiso comprar, no.
Re-P.D: moooomentito. Vo me mandaste una fotito con un tranquilo cielo azul, que yo pasé a blanco y negro. Así que lo siniestro lo puse yo.
Igual, ahora en serio, ese trabajo colectivo que hicimos con el rediseño del blog, haya quedado bien o mal, es un buen ejemplo de que en seguida los límites del yo y el otro se borran cuando ante un resultado no podrías ya decir qué aportó cada uno.
Ilu: a quién le hablás, a la Kolo o a mí? Digo, porque conociéndote, a cualquiera de los dos vos podrías decirnos que no somos simples. Pongamos que me hablás a mí. Ok. 'Tabas escuchando Candiles, y justo, "Cruzando la calle"? Te agarré. Ahí canta Emilio: "cruzando la calle, cruzando la puerta de tu hogar, tu hermano se muere, tu hermano no puede esperar". Ahí está, recontrasimple, lo mismo: el hogar, la puerta que se cierra y te hace creer que el mundo se queda del otro lado es una paja mental –paja que hoy por hoy y feisbuk mediante todos nos comemos cada día más-. Pero resulta que el otro no puede esperar. Y si el otro es tu hermano, es como decir: no me puedo hacer el boludo. Ya sé que eso fue grabado en el '73, otras épocas. Lo digo porque yo sigo insistiendo –soy muuuy terco-: lo más complejo tiene que poder ser simple, si no, no vale nada. Lo mismo que les contesto a Syla y a la Kolo está en esa letra de Aquelarre. No hay individuos solitos que puedan aislarse del mundo. Fijate que, para poder "aislarse del mundo", primero tiene que haber mundo. Así que ya cagamos de movida.
en realidad te contesté a vos...pero releyendo cabe para los dos...
(a quien le escribo????)
Sí, era eso: me comí una sílaba al leer la primera vez el texto !!!
"Alarmantes" de eso se trataba.
Un saludo :)
La mesa es una mesa por que no es una silla? Aouch!!! O sea yo soy yo por el mero hecho de no ser el otro? Yo creo que la estas cortando un poco delgado ahí.
Dejamé ayudarte y citar una frase de una muy bella ponencia,es un poco denso pero vale la pena, que tal “Hegel entiende la dialéctica como un despliegue necesario de las configuraciones del espíritu, que se van engendrando a partir de la negatividad como principio motor;” mejor no? O como dijo hoy mi hija, que por tener 8 años todo entiende, al leer por encima de mi hombro este tema “ ser es un yogurt” lo pensó y agrego “y también quizás un postre”.
Mis Fiamma: Jaaaaaaaa! Mi querida, ud me disculpará, pero tiene todo que ver con el post: te comiste una sílaba de TRES LETRAS? Y encima, una que en su última letra arma grupo consonántico "rm", que son los núcleos significantes de las cadenas fónicas? Me pa que proyectaste en el post un fantasmita, por lo menos. Pero eso excede mis cometencias. Lo que sí, me permito opinar: "Fenómenos amantes" es un gran título, ya sea para un post, para un blog, incluso, o quizás, digo, para una etiqueta más de Juego de damas o de Tieregarten. Da para escribir de todo, me parece.
Un beso, fenómena!
Ah! Se me ocurrió otra. La sílaba que te comiste, lar, como todos los que hemos hecho crucigramas en la vida sabemos, quiere decir "dios del hogar". ¿'Taba rico el penate que te morfaste?
Syla: Me quedo con lo que dijo tu hija. Porque la persona que escribió esa ponencia seguro que es un pendejo pretencioso que, como aprendió a hablar en difícil, se hace el canchero. Pero está bien lo que me señalás, porque si se entiende mal, generalmente la culpa es de quien habla.
Vamos a ver si el culpable logra exonerarse. Vos tenés la experiencia del aprendizaje básico de tus hijos. Ponele "pelota". Ponéle que a tu hija le diste una y se la nombraste. En principio, como para la nena todo es ser, sin determinaciones, sin distinciones entre las distintas cosas que son, va a dar por sentado que "pelota" es todo lo más o menos redondo. Agarra y, un día, mirándote la cabeza, dice "pelota". Vos la corregís: "no, cabeza". Pero no te ponés a darle la definición positiva del diccionario: cabeza es la parte superior del cuerpo humano donde se aloja el cerebro, bla, bla. Lo dejás ahí, seguro. Entonces, para ella cabeza pasa a ser lo-que-no-es-pelota. En principio, queda definida por lo negativo, es decir, por lo que no es. Pero lo que no es tal cosa no es negatividad pura: ES otra cosa, sólo que accedo a partir de decirme: no es tal otra cosa. Después, ponéle, quisiste hilar más fino: pelota de tenis. La pendeja ve una pelota de rugby y dice pelota de tenis. Vos le decís: no. fijate, es ovalada y muco más grande. Así, entiende que bajo el concepto de pelota hay variantes que va reconociendo por oposición, por lo que no son. Es el no ser el que engendra lo que es y viceversa. Lo que quiere decir Hegel es que nada es en sí mismo y por sí mismo sino por su límite con lo que no es, y viceversa. Eso quise decir con que la silla es no-mesa y no-ventana.
Que lindo ver la vida de manera tan simple como la nena y pensar que ser, es un yogur!!!!!!!!!!!!!!!!!
Una genio.
Hola damián!
genial lo que escribiste...
yo tengo una amplia gama de experiencias en la temática y no puedo parar de pensar, está bueno eso...
me quedo con algo del final, creo que en la cultura de la línea (que nos atraviesa permanentemente y que puede convertirse en infinitas cosas pero nunca dejar de ser línea) está bueno pararse en el límite, en la frontera, en el margen y pensar (o practicar) las relaciones entre las personas en una zona más allá de lo lineal. En la declaración urbana del fin de lo urbano.
un abrazo
paula
Paula: no exageremos, era abrir un tema nomás (mentira: gracias, gracias!!!)
Yo sé que conocés el vivir sobre el límite y en los márgenes: no por nada vivís a media cuadra de la General Paz, y del lado de allá!
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