miércoles, 22 de julio de 2009

Alguien en un cuarto

Hay alguien en un cuarto. Sabe que no puede permanecer allí indefinidamente si quiere sobrevivir. Sabe que si sale sus posibilidades ya son pocas, pero cualquier cosa es mejor que morir encerrado. El cuarto se distorsiona permanentemente ante sus ojos: paredes multiplicadas, infinitamente planas. Las manos no pueden tocarlas. Los ojos ven puertas y ventanas, ven salidas. Pero, al acercarse, esa distorsión, que él cree espaciotemporal y en realidad es efecto de la historia y la memoria, genera nuevas paredes, donde había puertas y nuevas puertas, lejos, a incalculables pasos, donde había paredes. Los movimientos se tornan torpes y díscolos: para alllá, para acá, otra vez aquel rincón, otra vez una pared seca como el silencio del desierto.
Pero ¿esto es un cuarto? Es un cuarto, se dice: la cuarta parte de un entero. Es decir que hay otros tres cuartos hacia alguna parte, detrás de algunas paredes. Sabe de antemano que serán iguales: son cuartos, y la distorsión será la misma. El entero es un todo sin salida. Pero ¿por qué no puede ser verdadera alguna puerta?
Hay alguien en un cuarto entero buscando picos, martillos, cualquier cosa que le permita romper una pared. Pero ¿cómo saber cuál, y que no conduzca a otro cuarto del entero y a otro encierro estallado de distorsiones?
Sin embargo, hay alguien, otro alguien, en otro cuarto del entero: desea el encierro porque vive del encierro del primero. La distorsión es en realidad un sistema de alimentación invisible, por el cual el otro vive del mismo, tanto que el mismo no vive. Así, tranquilamente, el otro ha consagrado el encierro bajo el nombre de libertad, y así defiende su posición sin concesiones. El mismo, el primero, el último, el segundo, interrumpe sus golpes de pico: ha intuido que el otro, el otro segundo, el vividor, puede chupar toda su energía si aparece de golpe del otro lado de la pared, es decir, si queda de pronto expuesta la verdad impúdica del entero. Por eso el mismo vuelve a buscar una puerta. Necesita encontrar la puerta: esa puerta, y no un espejo ni un espejismo. Pero sabe también que si la encuentra, el otro, el último, el segundo del segundo morirá. Y sabe también que si no sale del cuarto entero, él, el mismo, morirá también. El otro no tiene dudas. El mismo no conoce sino dudas sembradas como minas personales entre él y cualquiera de las pseudopuertas. La duda del mismo es el arma del otro. La certeza ciega del otro es el arma (desconocida) del mismo. El otro llama a la puerta.

miércoles, 1 de julio de 2009

¿Pares?

Acabo de recibir un forguar de una amiga con una observación que ha hecho Quino sobre el machismo en el lenguaje -uno diría, más bien, la tradición patriarcal, porque, la verdad, machismo es un término un poco débil para lo que sigue, y que viene, en varios casos, de muy lejos en la historia de la lengua, y por lo tanto, de muy lejos en la historia a secas.
Los "pares" de palabras son estos, y hablan por sí mismos:

zorro = héroe justiciero
zorra = puta

perro = mejor amigo del hombre
perra = puta

aventurero = osado, valiente, arriesgado.
aventurera = puta

cualquier = fulano, mengano, zutano
cualquiera = puta

callejero = de la calle, urbano.
callejera = puta

hombrezuelo = hombrecillo, mínimo, pequeño
mujerzuela = puta

hombre público = personaje prominente. funcionario público.
mujer pública = puta

hombre de la vida = hombre de gran experiencia.
mujer de la vida = puta

puto = homosexual
puta = puta

heroe = ídolo.
heroína = droga

atrevido = osado, valiente.
atrevida = insolente, mal educada.

soltero = codiciado, inteligente, hábil.
soltera = quedada, lenta, ya se le fue el tren.

machista = hombre macho.
feminista = lesbiana.

don juan = hombre en todo su sentido.
doña juana = la mujer de la limpieza

Nomás uno se pone a pensar, aparecen de a decenas. Yo, primero, respondí ese forguar agregando lo que sigue, pero me dije: si lo ponemos en un post, nos da tiempo para seguir pensando y agregando, tipo que si queremos, no terminamos más (lo que no es muy buena noticia, que digamos):

sujeto = quien posee la soberanía de su ser y es reconocida por la sociedad (por dar una definición) o bien, aquél a quien la sociedad ha construido como integrante válido de ella (por dar otra)
sujeta = inexistente como femenino de la definición anterior / mujer o cosa atada, impedida de moverse o de soltarse

miembro = integrante aceptado de un grupo (por dar una definición light, claro).
miembra = inexistente como femenino, en ese sentido. ¿Por qué?

mujeriego = hombre que tiene muchas relaciones con diversas mujeres (lo cual carece de connotación negativa)
hombreriega (?) = puta.

ninfómana = según la vieja psicología de principios del siglo xx, mujer enferma por su condición de adicta al sexo.
ninfómano (?) = mujeriego (por default, obviamente este hombre no está enfermo de nada).

verborrágico = hombre que domina la palabra y habla mucho.
verborrágica = mujer que habla demasiado.

querido = persona que recibe el afecto de los demás.
querida = amante/puta.

un profesional = un señor que tiene una profesión cualquiera.
una profesional = una puta.

Debe haber por lo menos mil "pares" más, y diferentes en cada región de habla hispana, por no decir en otras lenguas –que este "sujeto", a su propia lengua, ignora-. Semo todo oídos, u ojos, semo.