Cuando reabrí este blog hace una semana no sabía, naturalmente, qué podía pasar; más bien, abrí el paraguas y me preparé para que pasara lo mismo que cuando lo abrí en un primer intento en el invierno pasado, a saber, me preparé para poner "cositas" y después quedarme mirando como un idiota el link: "0 comments", "0 comments", "0 comments"…ad infinitum.
No sólo no pasó eso sino que, gracias a la libertad que se dieron a sí mismos los que comentaron (La Luna, Caro, Pandemia) para escribir todo lo que querían decir, y gracias al poder de síntesis (del que carezco) deI Iluso Careta (cito: "cada comment es un post… uy dió… qué flash!"), noté que hay otro preformateo siniestro en esto que nos dan como blogs: la diferencia jerárquica preestablecida entre post (entiéndase por omisión: YO, el AUTOR, bato la post-a) y el comentario (entiéndase por omisión: ustedes, meros lectores, levanten la manito desde sus pupitres y a lo mejor les cedo la palabra).
Ok, cada uno hace de su blog lo que se le canta, en principio. Entonces, yo también: donde decía "comentarios", dirá ahora (se aceptan sugerencias, porque no me convence) "repostean" (lo cual sugiere también que, si están en eso, cópense y manden algo de morfar).
Este blog es público. Yo no habilité moderación de comentarios, ni lo pienso hacer (sigo en esto a aquellas que son los nudos centrales de esta zona de la red abierta, conocidas y reconocidas por todos: Caro y Cecil).
Porque, además -aunque los de Google y Wordpress lo ignoren redondamente- el comentario tiene una larga historia dialéctica: en la Edad Media, época de dogmas duros y puros si las hubo, los "pasivos lectores" iniciaron la práctica de las marginalia (anotaban, tímidamente al principio, "cositas" al margen de los libros sagrados y consagrados por la Santa Iglesia de Roma), y de esa práctica provino un fuerte cambio filosófico que, directamente, terminó con la Edad Media. Pero esa lógica ha vuelto (yo diría, desde los años '80) y funciona, si la dejamos.
Y porque, por otro lado, tiene razón Pandemia también cuando dice: uno abre un blog porque necesita desesperadamente hablar, ser conocido y reconocido. Pero, tras este primer gesto de egocentrismo, se va armando una red que actúa sola, o mejor, interactúa y te trae, con el tremendo poder de la palabra, un modo de la presencia del otro, quien también hizo un movimiento egocéntrico, pero se encuentra con el otro del otro, y se arma otra cosa que, si uno se la banca, puede hacer diluir el egocentrismo ('ta bien, acepto: es una manifestación de deseo, nomás.)
Así que basta, che. Todo comment, al menos acá, es post(a). Y, si lo pienso –esto es lo bueno-, no lo decidí yo, el AUTOR, o por lo menos no se me cayó la idea del aleatorio techo del insomnio: lo decidieron los que se coparon en repostear, quienes seguirán haciéndolo si quieren, y si no, no.
O sea que este post es un comentario.
17 comentarios:
Es difícil evitar el egocentrismo cuando en un post otra persona escribe: "tiene razón Pandemia", jaja.
Pero trataremos de diluirlo. Una forma puede ser dirigirme a Pandemia como si fuera una tercera persona (como lo hice en el post anterior). Entonces si él no soy yo... debería presentarme: Mucho gusto Damián, mi nombre es Mauro.
Me gusta esto del comentario/post. Uno siente la libertad de apretar muchas teclas en su teclado sin tener que limitarse, porque sabe que va a ser leído (o siguiendo con la metáfora: a uno lo escuchan cuando grita por la calle).
Aunque para que el comentario sea considerado "otro post" no necesariamente tiene que ser largo.
Lo que pasa es que, al tener esa libertad de repostear la tengo que aprovechar. Mientras que en otros blogs entro, leo, pienso, y comento 3 o 4 líneas, acá en este blog, entro, leo, releo, pienso, vuelvo a pensar, copio, pego en Word, leo otra vez, pienso de nuevo, escribo, me tomo unos minutos, sigo escribiendo, comento, reposteo. Algunas veces hago exactamente lo mismo, pero me salteo la parte de escribirlo, entonces termino sin comentar nada. Por eso creo que cuando uno mira el link que dice "0 comments", podría sospechar que de todas formas alguien lo lee.
Los blogs serían muy interesantes si se quitaran los comentarios y se reemplazaran por reposteos (en ese caso también habría muchos menos blogs).
¡No more comments!
-Mauro-
mmmmmmmmmm
repostean me suena a repostera y me da hambre
cuando se me ocurra algo genial [?], aviso
[pandemia, te estoy viendo comentar en OTROS blogs. te estoy vigilando, sabelo. si alguien te envenena la comida, yo no tengo nada que ver.]
Ja! me parece muy bien. además está bueno el intercambio de ideas y, mucho mejor, cuando el que lee se apropia el texto y lo reformula.
Ayuda a pesar.
besote
Pandemia: Más allá de lo que la red aporte a nuestro egocentrismo –por lo que vemos y estamos conversando, además, está para eso-, guarda: el "tenés razón" es tramposo. Uno en seguida se siente grosso. Y los que saben manipular, o no pueden evitar manipular a los otros –y quién no lo ha hecho alguna vez- lo usan: no hay nada más desarmante que cuando el otro te da de entrada la razón. Siempre hay que sospechar. No era en este caso mi intención, más bien era casi un mea culpa. Pero la estrategia de dividirse en dos está buena: el grosso es Pandemia, y vos sos Mauro. Todo bien.
Yo no necesito presentarme, pero sí aclarar: el nombre y apellido con los que aparezco es el mío, la foto es la mía, etc. Realmente quiero mostrarme, sí. ¿"Venderme", diría Bauman? Ok, ya hablamos de eso. Lo que decís después sobre comentar-postear o repostear con más cuidado pero después colgarte, ya me había pasado a mí, y eso tiene que ver con este post-comentario. Hace como seis meses, leí un post de Caro en Porca Miseria; era sobre las diferencias sociales, era en serio, y bien escrito. Como había que tomarse el "trabajo" de pensar lo que se iba a poner, nunca comenté. Peor me quedó la vena: ¿por qué tiene que ser así? Hay una única hipervelocidad del blogueo? ¿No podemos hacer lo que queremos? Sí, hasta cierto punto. Pero la libertad genera cagazo. Y esto, me parece, todo tiene que ver con lo que decís después: si todos los comentarios fueran posts, habría muchos menos blogs. Lo grave es la tendencia a dejar que te faciliten las cosas, en este caso, preformateádotelas.
Cecil: te juro que hice una lista de diez posibilidades. Ninguna cerraba. Respostear era lo menos peor. Y además, Pandemia está de acuerdo: tomá 'pa vos. Esperamos tu idea (genial, si vos decís) y queda sometido a debate.
P.D.: Prometiste ayudarme a embocar el Creative Commons y todavía estoy esperando. Trucha.
Caro: Qué quisiste decir con la última frase? ¿'tas cansada? ¿Cansada de tener que contestarle a los porteñitos retobados? (ahora iré a tu blog a ver cómo te hiciste, o no, cargo de tus viles acusaciones) Digo, ¿quisiste poner al final que "ayuda a pesar…de todo", o que "ayuda a pensar"? Muejeje…
Encontré una ambulancia en mi blog que pedía sangre. Tenés que saber que la donación (?) que pueda hacer tiene altísimo PH (qué tendrá que ver el ph, no sé). De todas formas, recuperada de un weekend in th real life, acá estoy.
Oh, voy a comentar largo, eso siempre lo sé antes de empezar porque carezco de capacidad de síntesis (a menos que sean imágenes). Es la primera vez que leo a alguien apreciar (y no por tenerle aprecio) la extensión del ida y vuelta que favorece un blog. Personalmente, cuando abrí mi blog, solo esperaba poder gritar en la calle. Había mucho que ya no soportaba adentro, muchas cosas que necesitaba sacar, y no esperaba más que eso. (Si te fijas, hay muchos meses de 0 comments).
El cero termina cuando alguien se anima, otro lo ve, y dice. Es también como contestarle algo a ese tipo que parece un desquiciado gritando, hablándole a nadie en particular, en el medio de la calle. Muchas veces el anonimato y la no-personificación de un diálogo (si es que esto puede parecerse a eso) vienen también del lado del que escribe. Está claro que se puede escribir sobre cualquier cosa, absolutamente cualquier cosa. Se puede responder a ese cualquier cosa, de cualquier manera. O no responder. Esa es la idea de ‘libertad’ que flota en este aire.
Pero cuando pasa que alguien responde, dejan de ser ‘invisibles’ tanto el que habló, como el que comentó algo. A veces se nos hace necesario ‘decir’, otras veces, uno no se puede hacer el boludo con lo que leyó, entonces ‘responde’, y no porque haya una pregunta en el medio… Eso es lo más parecido a comunicación que encuentro por acá, ese impedimento para hacerse el boludo y seguir de largo (bueno, claro, para eso también hay que tener algo para decir)
Me llamó mucho la atención, al principio, una cosa que noté en esto de los blogs y los comentarios. Eso recordé mientras leía el post. En los spaces del msn, una vez leí un cuadrito insulso que decía algo como ‘no tiene comentarios, si le deja uno a un amigo, quizás quieran devolverle el favor’. Me dio un leve escalofrío. Todo reducido al favor, con el único fin de que alguien vuelva, ‘piadosamente’ a devolverte la atención. No importa qué digas, solo que dejes un puñadito de palabras y un link para que alguien pueda devolverte el favor, para que parezca que esta comunicación funciona. Cuantitativamente, claro. Y la cantidad lo es todo.
Un blog con más de 100 comentarios es popular, (popular, ja! Pienso en ollas populares, protestas populares, pueblo, y me preguntó qué corno tiene que ver con esto, pero en fin…se llaman así, sin que importe por qué). Después, si son todos comentarios del tipo ‘hey, pero qué buen blog’, o ‘me reí mucho, gracias por pasar’ o ‘jajaja’, o ‘bla’, da igual.
Parece que: No importa qué digas, importa que digas.
Ahí no me gusta nada. (Como no me gustó el lugar chiquito que encontré acá la primera vez que quise comentar, jejeje). Está todo hecho para esto. Para dejar las migas de Hansel y Gretel, para que otros te encuentre y vea quien sos. Es la posibilidad de solapar un débil gritito al grito del ‘autor’. Y eso, muchas veces, solo sirve para ser visto. Cuando no hay motivo para vociferar, el grito termina siendo solo un llamado. Estéril.
Otra cosa odiosamente llamativa, es leer comentarios en posts largos que dicen ‘era mucho para leer, me cansé’. O cosa así. Y digo yo… para poner eso, mejor no poner nada. Peeeeeeeeeero, resulta que atrás de eso yo leo un pedido. No escribas tanto porque no estoy dispuesto a perder tiempo leyendo. Hacelo corto y atractivo, digerible y olvidable, no me robes mi preciado ocio. (ok, avisé que mis comentarios eran mala onda…). Y en ese breve acto de comentar desinteresadamente sin haber leído (ponele que sería una vieja en la vereda, quejándose por lo fuerte de los gritos de quien pasa, o por lo mucho que habla), está implícita la garantía de que alguien capte el ‘malestar hacia la extensión odiosa’ y le devuelva una vista que engrose el contador, comente con suerte, o vuelva.
Por eso me alegra mucho ver comentarios largos, respuestas largas, esa ‘solidaridad’ de ida y vuelta de la que hablabas. Y no por caridad, sino por saber que alguien escuchó y las palabras de uno y otro lado pueden durar más que lo que la obsolescencia moderna suplica.
Aiii, perdón, me olvidé dos cosas (tranquilas retinas, son cortas).
A lo Pandemia style: hola, soy la Lucía detrás de la Luna.
Otra cosa: y por qué no post(a)s ??
No sé...una posta es un circuito que necesita ida y vuelta para funcionar, o al menos eso es lo que recuerdo de las aburridas clases de gimnasia de la primaria. Que se yo...decía...
Bueno, voy a postear entonces, fah, ya estoy en dos blogs, ahora me dicen de hacer un tercero, y encima este cuarto, así no voy a poder :P
Yo también reabrí mi blog, es re loco, los blogs siempre se reabren, les pasa a muchos, muchos, eh.
Luna: The real life! Un "pequeño detalle" que, oh, se me escapó… Y es que, si algo me preocupó desde que abrí el blog, es mi propia ansiedad (perdón por habértela transmitido un poco con el "llamado a la solidaridad") ante la presencia o ausencia de respuestas. Claro: la gente (porque es gente, esa que está del otro lado, y desconocerlo es desconocer la propia real life) tiene una vida. Me atrapó angustiantemente, y nadie tiene la culpa. Tengo miles de cosas que hacer, hay que trabajar para morfar, y mi trabajo depende exclusivamente de una férrea autodisciplina, y toda esta semana no podía sino clavar el culo en la silla y saltar de blog en blog! Pero no lo voy a cerrar de vuelta por eso, no por ahora (ver referencia a la necesidad del eclipse, más abajo)
Problema del PH: que yo sepa, la cuestión no es que sea alto o bajo, sino más o menos "ácido", así que, si la donación solicitada es verbal, la metáfora irónica va por ahí.
Es cierto que la no-personificación, o más bien, la despersonalización diría, vienen muchas veces del que escribe: incluso la soberbia, el regodeo con las propias palabras -me hago cargo-. Pero eso se termina rápido, porque uno no domina el lenguaje como cree, y se le pianta el grito igual. Y si el otro lee entre líneas, oye. Incluso, o sobre todo, lo que uno no sabía que estaba diciendo.
Lo de los spaces no lo vi, realmente, porque tengo msn desde hace muy poco y el diseño me desagrada profundamente. Entré a esa ventana y pensé: ni en pedo pongo algo acá.
Sí, como decís después, la cantidad es todo: y resulta que la mercancía es cuantitativa; y resulta que acá, según el modo como nos dan estos medios de "comunicación" preformateados, la identidad es cuantitativa: la identidad es mercancía. Recordemos: mercancía es todo lo que puede cambiarse por dinero. Este miércoles, por ej., voy a un casting de cine: voy a vender mi imagen –esta vez, encima, en carne y güeso-, "si me hacen el favor" de comprarla. Y así, ad infinitum, como la reproductibilidad técnica de Benjamin.
Finalmente: cuando Pandemia se presentó, posta, a mí me emocionó. No porque alguien revele su nombre en sí (encima, tenemos ahora esos buscadores de personas que a mí me dan escalofríos porque me recuerdan la época de la dictadura), sino porque él lo enganchó, bien, con lo que venimos conversando todos. E igual ahora con vos: Hola, Lucía. Lo que te pido, aunque parezca raro, es que no dejes de eclipsarte cada tanto, en tanto Luna, porque la presencia continua también produce cosificación: propia y del otro. Lo que es-todo-el-tiempo-ahí-siendo, no existe, o sea, no desea, no necesita gritar, no puede pasarle nada porque ya es.
Anotamos lo de post(a)s. Yo lo sometí a debate. Veremos.
Tomás: sí, posteá, que viene a ser como decir: pasá y tomáte unos mates. Igual, yo tampoco doy a basto, y ¡tengo uno solo! Así que la gente suele reabrir blogs... Me parece que entonces esta sensación de haber adquirido una nueva adicción se me confirma, nomás. Supongo que no hay curación sino sólo, como se les dice a los adictos, lejanas posibilidades de "recuperación". En fin, por ahora, ¡a reventar!
Aii, no, por favor, debe haber sonado espantoso mi comentario. Mis disculpas.
La ‘real life’ es un lugar que frecuento poco, entiendo muy muy bien eso de pasear de blog en blog, lo hago mucho. (Envidio mucho la férrea autodisciplina, en mi caso, además de poder de síntesis, me falta constancia y voluntad, un desastre).
PH: tenés razón, es como decis. Igual, tranquilo, ahora por mis venas corre 7up.
Los spaces son espantosos, tuve uno (me atrevo a decir que es menos horrible que los más horribles, pero horrible al fin) antes del blog. Después entendí todo (?) y lo semiabandoné.
‘La identidad es cuantitativa, es mercancía’. No te das una idea de cómo me pegó esa frase. Te desearía suerte en el casting, pero sería incoherente, no? Jejeje
Ah, Pandemia, Pandemia, más de una vez me dejó con la boca abierta leyendo cosas que piensa.
Tema Luna: la primera vez que usé ese nombre, no me di cuenta de todo lo que implicaba. Por algo lo elegí, aunque no supiera al principio. Me dijeron hace poco que me apoderé de la otra Luna sin querer, que estoy de alguna forma en la presencia del satélite. Es un estar.todo.el.tiempo también. Sin estar, fundamentalmente. A la luna tampoco fue nadie, y sin embargo creemos conocerla todos. Si eso no es subjetividad, no sé qué es.
Por mi parte, soy Lucía algunas veces, Luna la mayor parte del tiempo, gritando, muy muda, ahí y acá, en ningún lado, pero siempre siendo. Por suerte existe la luna nueva, mis vacaciones en la real life, donde todo tiene otro sentido.
Muy buena tu apreciación de la foto de mi blog.
Saludos.
Luna: jhá! Veo que estamos en sintonía bloguera internética, efectivamente. ¿No es un poco espantoso también? Digo, ¿y la expectativa, la incertidumbre respecto de si el otro está o no está? Podría decirse que no es nada nuevo: es como antes el teléfono: llamás, y si está, te contesta en seguida. No sé.
No, quizás yo me expresé mal: tu comentario no sonó mal. El que está mal soy yo, no pudiendo parar esta máquina a la que me subí sin saber bien de qué se trataba.
Puse lo de la mercancía porque había quedado colgado allá, por arriba, sin desarrollar. Es el punto neurálgico, creo. Si la ecuación mercancía = dinero lo atravesaba todo, ¿cómo no iba a llegar a esto? ¿Creíamos que era cuestión de negociaciones salariales y de publicidad televisiva, nada más? NOOOOOOO!. Quizás, las famosas contradicciones del capitalismo que Marx anunció como el motor del cambio sean éstas: se trataba, según él, de una falla generalizada entre el modo de producción, que cambia, y las fuerzas de producción, que no se pueden adaptar más. Ok. He aquí la mercancía nueva, el nuevo modo de producción (vaya descubrimiento: leer a Foucalut...): producción de sujetos en masa para "su" consumo (entiéndase el "su" en toda su ambigÜedad). Las fuerzas de producción (nosotros) somos ahora la mercancía del modo de producción. Internet lo logró. Y la famosa bandera del liberalismo: privado a salvo a toda costa de lo público, se derrumba del todo.
¿Qué hacemos?
contamos los comentarios (o reposteiros) como si fueran estrellitas de la seño.
Todavía no entiendo que me impulsa a postear y no quedarme piola escribiendo en el Word.
Ya no sé qué deseo que me digan. ¿ser parte de un grupo que re escuche y te conteste?, no sé.
No sé si voy a conseguir que me importa lo que los demás digan.
Uno quiere existir un poquito más.
Paboid: Si dijera "gracias por la visita" contradiría lo que describís, intensa y dramáticamente, y que es exactamente lo que me pasa a un mes de haber abierto este blog. Sí, yo también cuento las "estreyitas de la seño". Querés abrir la cosa y caés en el egocentrismo (por no decir en el onanismo. Querés leer a otros, pero después te importa si te constestaron a vos, nada más.
La contradicción más jodida es que, si bien es legítimo y positivo querer ser parte de un grupo que escuche y conteste, eso es imposible si uno no logra que le importe lo que los otros dicen. Y no vale fingir que uno escucha y lee; en tren de buscar la posta, no vale. Lo que vale es eso que uno sabe sólo en su fuero interno: si realmente le importa, como vos decís.
P.D: Muy bueno lo de "reposterios". Tiene una onda medieval.
Mil disculpas: quise escribir "Pabloid", recién me doy cuenta. Igual, si pensamos el error tipográfico en términos fonéticos, pa - void daría algo así como "no vacío", mezclando francés e inglés. Lo cual, a modo de disculpa, claro, se asocia con tu reflexión sobre lo intersticial como frontera.
jaja, o que te tentó llamarme pavo! (mal pensadamente)
hay que hacer un esfuerzo por adentrarse en la locura del otro, sin llegar a enloquecerse tampoco, claro...
mi comentario está lleno de errores de tipeo, así que no puedo decir nada
un saludo
"Y porque, por otro lado, tiene razón Pandemia también cuando dice: uno abre un blog porque necesita desesperadamente hablar, ser conocido y reconocido. "
esto es una generalización y como tal tiene excepciones...
che está muy bueno el post...
coincido con que los coments a veces ameritan psot mas que coment...
eso pasa en uno de los blogs que tengo http://dosquenohacenuno.blogspot.com/
el descerebrado de gibson (uno de los integrantes) dice que le da paja postear, pero mete coment de kilometros jajaja, yo le digo pero postealo pelotudo en lugar de comentar...jajaja
reitero está bueno el post sigo leyendo los demas...
Te re pusiste las pilas, Iluso! Voy a pasar por el blog que me decís. Yo le dije, de pajero también, a Sweet Carolain hace un tiempo: no posteo más, para qué si tengo tu blog! Y me dijo: pero no, boludo, llevate los comentarios a tu blog y postealos! Todavía no le di bola.
Che, si tenés ganas, leéte el último post de Pandemia, donde compara los vínculos de la red con los que se establecen en los viajes en avión. Está excelente!
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