jueves, 18 de junio de 2015

Habíamos visto cómo la música reunía sobre el mar los otros mundos del mar. Dábamos vuelta el designio de un dios enemigo leyendo toda la noche en la playa hasta el amanecer. Vivíamos despiertos, como los asesinos. Éramos jóvenes. Y el cielo era azul.

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